FASE Construido 2015. SUPERFICIE 180 m2.
Pons fue fundada en 1979. Ana Pons, su fundadora, deja una importante herencia a su hija sobre el uso y el conocimiento de las flores. A partir de éste momento la floristería se reinterpretará a si misma. Además de las exigencias técnicas que demanda una floristería, el cliente mostró un interés especial por plantear un espacio con abundante luz natural y ventilación para trabajar. La apertura de vanos interiores y huecos de fachada permitieron la entrada tanto de luz como de miradas curiosas. Interiormente se recubren las viejas paredes del contenedor dejando al descubierto un único tramo, una pared de ladrillo existente que se destaca iluminándola superiormente. El muro de ladrillo y el obrador realizado en hierro y recubierto de baldosa cerámica vidriada potencia el sutil matiz industrial que se persigue. Todos y cado uno de los elementos físicos que intervienen en escena se diseñan y producen expresamente por parte de Rubio and Ros para el proyecto , desde el obrador central hasta el mostrador pasando por las estanterías en hierro y la iluminación. En fachada se genera un doble cerramiento en cuyo intervalo de separación se expone producto hacia la calle. Éste doble cerramiento se realiza ante el impedimento por parte de la normativa de exponer producto en vía pública. El primero de los cerramientos se realiza en bastidor de hierro y chapa perforada romboidal. La chapa perforada envuelve incluso el pilar estructural que queda y en el que se insertan las letras en hierro de la firma. El siguiente cerramiento que permite el acceso definitivo al local se realiza también en hierro. En definitiva ese intento de insinuar el pasado con matices de hoy, se traducen en formas simples, materiales de siempre y oficios tradicionales.
La iluminación, en hierro y latón, se realiza y diseña ex profeso para el proyecto con la intención de seguir estimulando la sensación de estar en otro lugar en el tiempo.
Durante la gestación de la idea de proyecto se amplió el número de necesidades, transformando y ampliando el viejo concepto estanco de floristería por un concepto más dinámico. El resultado de todo es un espacio dinámico, un lugar lleno de sutilezas y austeridad donde el trabajo realizado con las manos sí dignifica al hombre, donde los oficios tradicionales adquieren el protagonismo que merecen y donde el orden de los factores sin duda altera el producto.